El huevo media un metro y pico y partido, solo un metro.
Pasaron los años y el dragón no crecía, era tan tan pero tan pequeño que vivía en una hormiga muerta.
El niño pensó:"¿Para qué un huevo tan grande para un dragón tan pequeño?Han pasado muchos años, a lo mejor es que recordamos mal el huevo".
- ¡No, lo recuerdo genial!
- Tengo una idea, iremos a la casa y buscaremos el huevo seguro que está en alguna parte.
Y así fue, fueron a la casa y encontraron el huevo y el niño dijo:
- ¡Tienes razón, el huevo es enorme!!!!
Cuando se estaban yendo, de repente el niño tropezó con una palanca. Se abrió un portal, al otro lado se veía un mundo de dragones diminutos y los niños se sorpendieron mucho (Asier,3º).
jueves, 11 de febrero de 2010
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