Pero el otro mago los volvió a convertir en dragones minis. Los niños se quedaron sorprendidos al ver a los dragones y se los llevaron a casa. Al llegar a casa se encontraron una gran sorpresa: había nacido otro dragón, pero este dragón era especial porque hipnotizaba con sus grandes ojos, pero no a los niños sino a las personas mayores.
Un día cuando su madre buscaba a los niños entró en el cuarto equivocado donde estaba el dragón y se quedó hipnotizada.
Los niños a la hora de cenar buscaron a su madre. La encontraron con el dragón y la llevaron a su cama y mientras la niña preparaba la cena, el niño intentó despertar a la madre. Como no lo conseguía llamó a su hermana y decidieron echarle dos cubos de agua helada y al final consiguieron despertarla. La madre se cambió y bajaron a cenar. La madre se dio cuenta de que tenía dragones en casa.
(Gema 4º Primaria)
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